No solo en Silicon Valley hay innovación tecnológica de vanguardia.
Etiopía está trabajando en un nuevo sistema de identificación basado en blockchain que podría allanar el camino hacia la movilidad social y financiera de los estudiantes, en especial del 80% que vive en áreas rurales.
¿Cuál era el problema? El país no tenía un sistema para guardar o compartir registros de desempeño, de modo que era casi imposible para los estudiantes demostrar sus credenciales académicas a posibles empleadores o instituciones de educación superior, lo que limitaba en gran medida sus perspectivas. Para cambiar la situación, el Ministerio de Educación anunció Atala Prism en abril, una base de datos digital nacional desarrollada por IOHK de Hong Kong, la empresa detrás de la criptomoneda Cardano.
El nuevo sistema brindará identidades digitales seguras a 5 millones de estudiantes y 750.000 profesores en 3.500 escuelas. Los docentes pueden monitorear el desempeño de los estudiantes, identificar áreas de bajo rendimiento y asignar mejor los recursos educativos. Al ser el acuerdo de blockchain más grande que ha firmado un gobierno, el proyecto demuestra cómo los activos criptográficos pueden impulsar un cambio socioeconómico positivo en África y más allá.
Etiopía es una de las economías de más rápido crecimiento del mundo, pero aún enfrenta altos índices de pobreza. Y con un 46% de la población menor de 15 años, encontrar la forma de registrar y posiblemente mejorar los resultados educativos podría cambiar las reglas del juego y marcar un gran avance hacia la estrategia de transformación de Etiopía Digital 2025.
John O’Connor, Director de operaciones africanas de IOHK, habla sobre el ímpetu y la promesa de este proyecto programado para concluirse a fines de 2021.
¿Qué problema esperaba resolver?
Estamos capturando datos que antes no existían y que permitirán que el Ministerio de Educación diga: “En la región de Amhara obtuvimos excelentes resultados en matemáticas, pero en la región de Oromia fueron muy deficientes. ¿A qué se debe eso?” Y podrán analizar en detalle esas preguntas.
Por su parte, los estudiantes desean poder ver análisis de su desempeño, desean poder ver sus credenciales digitales, y esa información también debe ir de la mano con otras características y funciones, como la programación de clases. En el futuro también podemos integrar sistemas de gestión del aprendizaje que los estudiantes pueden usar para ver sus tareas y hacerlas en una tableta.
¿Cómo convenció al gobierno de Etiopía de que blockchain era la solución correcta?
Los estados están empezando a entender que la identidad digital basada en blockchain no es tan disruptiva o iconoclasta como quizás habían pensado. Más bien, permite a los gobiernos cumplir con su labor tradicional de generar confianza en cuanto a la documentación y participar en el nuevo mundo digital.
¿Cómo pudo establecer un marco con una curva de aprendizaje tan pronunciada?
Hicimos mucho desarrollo a medida para poder crear una experiencia útil. El proceso requirió de mucho compromiso, no solo del Ministerio de Educación, sino de muchos interesados, como los estudiantes, por ejemplo. No se trata solo de entregar un producto, sino de hacer algo que ofrezca un legado sostenible y que pueda replicarse en otros mercados similares.