Cuando los líderes del gobierno en Helsinki ofrecieron un premio de EUR 1 millón por “soluciones de energía radicalmente nuevas”, Carlo Ratti Associati (CRA) adoptó un enfoque audaz. La firma italiana de diseño desarrolló Hot Heart, un archipiélago flotante de islas que actúan como baterías térmicas gigantes —y como un destino recreativo.
El proyecto resuelve un problema mayor del almacenamiento sostenible: cómo guardar la energía hasta que se hace necesaria. Con Hot Heart, la energía renovable restante se convierte en calor, se almacena en 10 domos llenados con agua de mar y se desvía a los canales de distribución de calefacción de la ciudad según la demanda.
“Propusimos un almacenamiento de energía térmica asequible y confiable a una escala sin precedentes —adoptando un principio tecnológico comprobado y escalándolo para resolver un desafío más importante y urgente”, explicó James Schrader, Director de Proyecto de CRA y Diseñador Senior.
En la era de las granjas eólicas y solares en alta mar, la ventaja tecnológica de Hot Heart es un sistema alimentado por IA diseñado para sincronizar la producción y el consumo. El equipo de CRA logró esto al trabajar con un equipo mundial de expertos de Ramboll, Transsolar, Danfoss, Schneider Electric, OP Financial Group, Schlaich Bergermann Partner y Squint/Opera.
Para una ciudad que obtiene más de la mitad de la calefacción del carbón, el proyecto sería un importante paso adelante para fortalecer la red energética nacional. Cuando los líderes del proyecto develaron Hot Heart en enero, dijeron que cubrirá la demanda completa de Helsinki (unos 6.000 gigavatios hora) para 2030. Y lo hará sin emisiones de carbono —impulsando el objetivo de la ciudad de alcanzar la neutralidad de carbono para 2035— y con una reducción de costo del 10% en comparación con los métodos convencionales.
Junto con los beneficios económicos y de sostenibilidad, Hot Heart también tendrá la función de servir de oasis para que las personas de la ciudad puedan escapar las nórdicas temperaturas sub-cero. La tecnología LED ayudará a convertir cuatro de las islas en zonas naturales dentro de domos que imitan los bosques tropicales de las zonas lluviosas del mundo, con espacios dedicados a playas y otros espacios recreativos.
“Estamos convencidos de que la infraestructura no solo debe cumplir su tarea funcional oculta en un lugar secundario, sino que debe situarse a plena vista, invitando al público a interactuar con ella y entenderla”, indicó Schrader. “¿Por qué no generar conciencia y conocimiento sobre el cambio climático además de luchar contra él de manera práctica con soluciones técnicas?”