A pesar de la resiliencia que han demostrado los profesionales de proyecto durante la pandemia, el mayor aislamiento en el lugar de trabajo es un problema real y lo he observado en mi trabajo con diversas organizaciones durante el año pasado.
En el banco donde apoyo a los equipos en un proceso de cambio, algunos líderes apenas saben cómo se encuentran los miembros del equipo. En una empresa emergente conocí a un empleado nuevo que no había visto nunca a sus colegas en persona, y ellos no sabían que recientemente se había mudado con un amigo para evitar sufrir una crisis por trabajar solo durante tanto tiempo. Una directora de proyecto mundial de un proyecto marítimo quedó varada en Brasil y su familia está esperando que vuelva a Australia. Varias personas en una organización del sector público trabajan desde cafés o se mudaron a la casa de sus padres, porque compartir el espacio de trabajo con sus compañeros de piso se había vuelto problemático.
Las desventajas del entorno de trabajo virtual son claras: se interrumpió la conexión humana necesaria para que prospere la cultura en el lugar de trabajo. Considerando que el trabajo remoto se extenderá cada vez más, incluso después de la pandemia, ¿cómo recuperamos algo de la cultura? ¿Cómo replicamos una atmósfera donde los equipos realmente sientan que están trabajando y aprendiendo juntos, y vean cómo los líderes mantienen las conexiones?
Aquí hay tres sugerencias:
1. VISIBILICE LA CULTURA
Hoy, que las tareas cotidianas se llevan a cabo en forma remota y es difícil observar las prácticas, es importante enfocar la atención en el motivo por el cual se realiza ese trabajo, reconocer los aspectos de la cultura que están a la vista y por qué son importantes. Por ejemplo, cuando el equipo tome una decisión, recuerde a los miembros que llegaron a esa solución porque siempre están dispuestos a escuchar, ayudar a sus colegas e incluir las visiones de todos los interesados clave. Mostrar este aspecto cultural refuerza la idea de que es necesario e importante para la organización. Al mismo tiempo, no dude en señalar los comportamientos que no reflejan la cultura de la empresa.
2. ENCUENTRE HERRAMIENTAS ÚTILES PARA SU CULTURA
El conjunto de herramientas de uso diario debe apoyar las conexiones humanas y reflejar su cultura. Por ejemplo, en las organizaciones donde las bromas ligeras forman parte de la comunicación cotidiana y ayudan a aliviar la tensión, los equipos virtuales pueden utilizar un conjunto adecuado de GIF y memes para animar los correos electrónicos. En organizaciones donde muchos problemas se resuelven a través de una conversación rápida, pueden acordar el uso de una herramienta de mensajería para cubrir las necesidades de comunicación del equipo.
3. ORGANICE REUNIONES PRESENCIALES
Aun cuando actualmente tenemos disponible una gran cantidad de herramientas de colaboración en línea, nada reemplaza el trabajo en equipo cara a cara para resolver los problemas y estimular la creatividad. Si es posible, encuentre oportunidades de realizar reuniones presenciales para abordar los problemas complejos. Probablemente tenga que limitar la asistencia a unas cuantas personas y mantener una distancia segura, pero esas interacciones y experiencias compartidas pueden romper la monotonía del aislamiento y recuperar algunos elementos de la cultura de la empresa. También es una buena manera de detener malos hábitos no detectados debido al confinamiento y que pueden filtrarse fácilmente a las reuniones virtuales.
Debemos esforzarnos al máximo para conservar la cultura y las personas que la alimentan y la aprecian. Incluso en un entorno de trabajo remoto, debemos asegurarnos de que nuestras acciones nos conecten de verdad con los demás. PM
Karen Smits, PhD, es Antropóloga Organizacional y trabaja en Practical Thinking Group en Singapur. Para comunicarse con ella, escriba a [email protected]. |