La recuperación de China es real —y está acelerando la recuperación con múltiples proyectos.
Mientras el resto del mundo se vio sumido en una recesión provocada por la pandemia, el PIB de China ascendió a 2,3% el año pasado —la única de las principales economías del mundo que terminó el año con números positivos, según la Oficina Nacional de Estadísticas en Beijing.
Esta recuperación es especialmente notable debido a que la economía china se contrajo en 6,8% durante el primer trimestre de 2020 —la primera contracción desde que se comenzaron a medir oficialmente las estadísticas del PIB trimestral en 1992— mientras emergía el virus, y los viajes y negocios se detenían. Desde entonces la economía de China ha experimentado una recuperación en forma de V, terminando el año con un crecimiento de 6,5% en el cuarto trimestre.
China se mantiene adelante de la economía mundial debido a su rápida y drástica respuesta a la pandemia de COVID-19, indica Stephen Chan, Profesor de Política Mundial de SOAS University of London. “Incluso con mayores libertades económicas individuales, el estado y el partido tienen un rol de autoridad, por lo que la oposición a las cuarentenas era imposible”, dice. En lo referente al distanciamiento social, “el asunto de la disciplina —se imponga o no— se vuelve fundamental”.
Ventaja inicial
Después de terminar el estricto confinamiento y proclamar victoria sobre el virus en mayo de 2020, China experimentó un aumento del turismo nacional, del gasto minorista y de las exportaciones mientras las escuelas, las oficinas y las empresas volvían a abrir. El gobierno también se está endeudando para financiar una gran cantidad de proyectos de infraestructura, empleando a millones de personas para trabajar en las iniciativas, como así también para fabricar los materiales necesarios para los proyectos.
Según The New York Times, 37 ciudades chinas habían lanzado iniciativas en 2020 para construir un total de 150 nuevas líneas de tren subterráneo. El inmenso sistema de ferrocarril de alta velocidad del país se está expandiendo tan rápido que los líderes de los proyectos compran tres veces más pilotes por año que los mercados de Europa y EUA combinados. Beijing también está invirtiendo en la construcción de nuevos caminos y sistemas de alcantarillado en todo el país, empleando a millones de personas en el proceso. Los equipos también fabrican los equipos necesarios para ejecutar estos proyectos.
Sin embargo, el sector de la infraestructura no es el único en auge. El nivel de gasto de los consumidores también se ha recuperado, sobrepasando los niveles del año anterior en el tercer trimestre, impulsado por un aumento de 14,8% en las ventas en línea debido a que millones de familias optaron por hacer las compras del supermercado y de ropa por Internet. En particular, el Día del Soltero de Alibaba, produjo un gran impulso económico, generando USD 74.100 millones en ventas brutas de artículos. El equipo del proyecto agregó tres días adicionales al torbellino de compras del año pasado —adaptando la estrategia de los equipos de EUA para las compras de Black Friday— para generar un colosal aumento de las ventas: el evento, que rompió todos los récords, generó un aumento de 26% en los ingresos respecto del evento del año anterior.
Mientras tanto, las exportaciones aumentaron en 3,6% el año pasado pese a la guerra comercial con Estados Unidos, mientras los exportadores chinos ganaban una cuota del mercado de otros competidores sofocados por las restricciones relacionadas con el virus. Las exportaciones de dispositivos médicos se dispararon un 46% durante los primeros 6 meses de 2020, las exportaciones textiles —incluidas las máscaras— aumentaron un 30% y las exportaciones de computadoras portátiles crecieron un 9,1% durante el mismo periodo, reflejando un cambio global hacia el trabajo desde casa y las clases remotas.
“Los fabricantes chinos permanecieron muy competitivos en términos de precio y, a medida que las economías de todo el mundo se contraían, los bienes chinos —sin importar cuál fuera la retórica oficial de gobierno— siguieron siendo atractivos”, señala Chan.
—Stephen Chan, SOAS University of London
Beijing sin interrupciones
La capital de China ilustra cómo el país ha avanzado durante la pandemia para mantener su ambiciosa actividad de proyectos.
◄ PARQUES Y RECREACIÓN
Una gran colaboración ha mantenido al Universal Beijing Resort apegado al plan de abrir en mayo. La construcción terminó el año pasado, con más de 100.000 trabajadores de la construcción, 500 diseñadores y artistas, y más de 500 proveedores y socios internacionales. Compuesto por Universal Studios Beijing, Universal CityWalk Beijing, Universal Studios Grand Hotel y NUO Resort Hotel, se proyecta que el complejo recreativo atraerá a más de 10 millones de visitantes al año.
POR EL ORO—Y MÁS ALLÁ
Mantener todos los proyectos de las Olimpíadas de Invierno de Beijing de 2022 apegadas al cronograma ha sido todo un desafío. En enero, los equipos concluyeron la expansión del Óvalo Nacional de Patinaje de Velocidad, el Centro Acuático Nacional y el Estado Techado Nacional. Se espera terminar la Villa Olímpica de Invierno 2022 en junio, con un enfoque en sus beneficios a largo plazo. Se espera que el centro incluya 2.300 camas para atletas y funcionarios. La villa se convertirá en un conjunto de viviendas públicas después de las Olimpíadas.
ENFOQUE EN LO SOSTENIBLE
La Fase II del Centro Internacional de Exposiciones en Beijing comenzó a tomar forma en febrero cuando una firma del Reino Unido, Zaha Hadid Architects, fue elegida para diseñar un espacio de 438.500 metros cuadrados (4,7 millones de pies cuadrados), tamaño cercano al de la Ciudad del Vaticano. El equipo utilizará la construcción modular para reducir el tiempo requerido y los costos operacionales. Sin embargo, el impacto real es su sostenibilidad: conjuntos de paneles solares generarán energía renovable, nuevas tecnologías facilitarán la recolección de aguas lluvia y el reciclaje de aguas grises, y el techo proporcionará tanto aislamiento como absorción del ruido.
Seguir creciendo
El crecimiento de China en 2020 implica que su economía representará el 16,8% del PIB mundial, según Moody’s Analytics —un aumento desde 14,2% en 2016. Se espera que el PIB de Estados Unidos represente el 22,2%, virtualmente sin variación desde 2016. No obstante, a medida que surgen nuevas cepas del virus, China debe abordar la posibilidad de restricciones adicionales que podrían ralentizar la economía.
“Aunque Beijing pareciera querer regresar al ritmo normal de producción, las bases regionales del partido tienden a tener mayor aversión al riesgo” debido a que sienten más temor a ser responsabilizados por mayores tasas de infección, dice Austin Williams, conferencista senior sobre temas de arquitectura en Kingston School of Art y autor de dos libros recientes sobre el crecimiento urbano de China.
Las inquietudes por el deterioro de las relaciones con Estados Unidos formaron parte del motivo por el cual el Fondo Monetario Internacional recortó su proyección de crecimiento para China en 2021 —una disminución que pone de manifiesto los riesgos geopolíticos del país y los persistentes problemas económicos mundiales. Chan cita una larga lista de problemas que podrían causar un deterioro, incluidas las actividades navales y reivindicaciones territoriales chinas en el Mar del Sur de China, su diplomacia mundial de vacunas, el continuo apoyo económico a Corea del Norte y las guerras comerciales, sin mencionar la agitación nacional de las poblaciones musulmanas nacionales y de los estudiantes en Hong Kong.
“La pregunta es si las demostraciones internacionales de fuerza de China sobreextenderán incluso un aparato [de estado] bien organizado y disciplinado”, agrega Chan.
