Un mar de problemas
Salvar el Mar Muerto podría convertirse en más que un deseo inalcanzable

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El Mar Muerto agoniza. El famoso mar bíblico desciende más de 1 metro (3 pies) al año, debido a una combinación de represas, cambio climático y empresas que drenan el suministro de agua. Un investigador de la Universidad de Jordania advierte que podría desaparecer completamente hacia 2050. Sin embargo, un proyecto para aumentar los decrecientes niveles de agua está en movimiento, siempre y cuando los principales interesados gubernamentales —Jordania, Israel y la Autoridad Palestina— sean capaces de superar las tensiones políticas regionales.
El primer objetivo: construir una planta de desalinización en Aqaba, Jordania, que convertiría el agua del Mar Muerto en agua potable y luego bombearía la salmuera restante de regreso al Mar Muerto, con un costo de US$2.000 millones. El proyecto, que ha sido discutido durante más de una década, pero que nunca ha recibido financiamiento, aumentaría el nivel del agua del Mar Muerto y proporcionaría agua potable a las áreas propensas a las sequías y con escasez hídrica de las regiones vecinas.
Los problemas técnicos y de financiamiento han creado obstáculos. Un informe del Banco Mundial ha suscitado inquietudes respecto del costo inicial —US$10.000 millones— por lo que los líderes del proyecto han dividido la iniciativa en fases para disminuir los costos. La primera fase, la construcción de la planta desalinizadora y la tubería de salmuera hacia el Mar Muerto, constituye ahora aproximadamente una quinta parte de la propuesta inicial. Se espera recibir préstamos y otros fondos de una diversidad de grupos públicos y privados, que incluyen organizaciones gubernamentales de Estados Unidos, Francia, Italia, España y Japón.
“Esto es importante para la cooperación internacional”, indicó Tzachi Hanegbi, Ministro de Cooperación Regional, a Bloomberg. “Jordania tiene graves problemas de escasez de agua e Israel desea mantener la estabilidad en Jordania”.
Sin embargo, los impasses diplomáticos, especialmente durante los últimos años, han obstaculizado el avance. Las tensiones entre israelíes y palestinos permanecen altas. Y en 2017 un guardia de seguridad israelí disparó a dos ciudadanos jordanos afuera de la embajada en Ammán, Jordania. Aunque las tensiones políticas continuaron escalando y obstaculizando el proyecto en los meses siguientes, Hanegbi indicó en enero que espera que el Gabinete israelí apruebe el financiamiento inicial del proyecto cuando vote sobre la iniciativa más adelante este año. La construcción comenzaría en 2021 y duraría aproximadamente tres años y medio, según NBC News.
De ser exitoso, el proyecto implementará fases adicionales. Dada la situación actual, la cantidad de salmuera producida en la primera fase ni siquiera estaría cerca de detener la disminución de los niveles de agua del mar, menos revertirla.
“Salvar el Mar Muerto es responsabilidad del mundo entero”, señaló Fathi Al Haweimel, un personero del gobierno jordano, a NBC News. —Michael Wasney
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